jueves, 30 de mayo de 2013

Somnolencia universitaria

Artículo aparecido en El País, el 25 de mayo de 2013, por Jordi Matas Dalmases.

En el informe Universidad 2000, dirigido por Josep Maria Bricall hace más de una década, se afirmaba que “la Universidad forma parte de la sociedad, comparte sus aspiraciones y sus dificultades, y es un lugar privilegiado para plantear y ayudar a la resolución de problemas sociales”. El profesor Bricall consideraba que “la Universidad no se debe contentar con adaptarse de forma pasiva a la evolución social, sino que debe tomar parte activa en la misma en estrecho diálogo y cooperación con las demás entidades sociales, económicas, culturales y políticas”. Un diálogo basado en “el estudio de problemas y la sugerencia de respuestas, el intercambio de formación, la movilización de la sociedad y el compromiso de poner en práctica las acciones que puedan acordarse colectivamente”.

En un contexto de crisis económica, política, institucional, social y de valores, la relectura de estas reflexiones de Bricall nos lleva a cuestionar si las universidades están cumpliendo su función de poner el conocimiento al servicio del progreso social y de ser foro de debate para tratar de buscar alternativas a las dificultades sociales. ¿Se han celebrado congresos, convenciones, conferencias o simposios universitarios para analizar a fondo, de manera interdisciplinaria, nuestra crisis sistémica? ¿Se aportan desde las universidades ideas y propuestas eficaces para cambiar el rumbo de las políticas erráticas de nuestros Gobiernos? Desgraciadamente, nuestras universidades están cada vez más aisladas, más replegadas en sí mismas y son incapaces de colaborar activamente en la resolución de los dilemas sociales.

as políticas universitarias impulsadas por los Gobiernos español y catalán están transformando las universidades en centros escolares de formación multidisciplinar con un profesorado mayoritariamente dócil, obediente, acrítico e intelectualmente desarmado. El discurso oficial de la innovación, el emprendimiento, la gobernanza y la excelencia universitaria contrasta con la inexistencia de indicadores y datos sobre la contribución de las universidades al desarrollo social y cultural.

Las políticas universitarias crean una imagen ilusoria que mantiene nuestro sistema universitario en lo alto de una ficticia torre de marfil mirando con desdén el drama cotidiano causado por la crisis terrenal. Nuestros Gobiernos quieren convertir las universidades en un territorio de pensamiento yermo y estéril, sin opinión crítica ni capacidad para rebelarse. Y las universidades asienten. Y sus consejos sociales, que deberían cuidar y fortalecer las relaciones entre la Universidad y la sociedad, también.

Muchos profesores e investigadores universitarios están más pendientes de la burocracia universitaria, derivada de una mala aplicación del llamado Proceso de Bolonia y de una supuesta modernización pedagógica, que de dedicar esfuerzos a resolver o amortiguar los efectos de las crisis poliédricas. Otros se desviven siguiendo las absurdas pautas de un currículum universitario oficial que genera una obsesión colectiva por publicar en revistas científicas de impacto incierto y que, en cambio, menosprecia el trabajo universitario (cualquiera que sea su formato) destinado a producir un impacto social real y positivo. Y también están los que concentran su actividad en ganar dinero extra participando en tertulias que banalizan la reflexión científica y que a menudo convierten al buen investigador en charlatán dogmático.

¿Dónde está el diálogo y la cooperación de la Universidad con las entidades sociales y políticas que ya reclamaba el informe Universidad 2000? ¿Dónde está el compromiso de las universidades para mejorar el funcionamiento de nuestra democracia y contribuir al bienestar social? ¿Dónde está la conexión de la actividad científica con los problemas y las inquietudes sociales? ¿Dónde está la identidad de la Universidad? Nos hallamos ante un preocupante estado de somnolencia universitaria. Las universidades han dejado de ser el motor del progreso social y participan de una apatía colectiva que alimenta actitudes de resignación y sometimiento. Hay que reaccionar inmediatamente, generar ideas y recuperar la capacidad transformadora del pensamiento crítico.

Jordi Matas Dalmases catedrático de Ciencia Política de la UB.

viernes, 17 de mayo de 2013

Valoración de la jornada de movilizaciones del 9M


La reforma educativa del gobierno de Rajoy, que constituye uno de los capítulos
fundamentales de su programa de demolición del estado social, ha sido pospuesta. La renuncia provisional de la aprobación en el Consejo de Ministros de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) debe interpretarse como el reconocimiento gubernamental del fracaso de la reforma de José Ignacio Wert.

Sin duda, la contestación social a una reforma educativa percibida por el grueso
de la opinión pública como clasista, retrógrada e injusta, ha sido fundamental en esta derrota gubernamental. El movimiento en defensa de la educación pública ha tenido un importante papel en este logro de la sociedad ante la política de austericidio del gobierno del PP.

Por todo ello, la Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la universidad pública se congratula por la paralización de la reforma educativa que
pretende imponérsenos mediante la LOMCE. Asimismo, muestra su  reconocimiento a todas las iniciativas de empoderamiento y movilización ciudadana que la han hecho posible y su intención de seguir sumándose a la lucha contra los ataques que en la actualidad sufre el sistema público de educación.

La jornada de Huelga General Educativa, celebrada con éxito el día 9 de mayo,
ha constituido un hito en dicha lucha ciudadana. La entusiasta y solidaria participación de los estudiantes, de los padres y madres, de los docentes e investigadores y de las organizaciones sindicales más conscientes, así como la participación de todas las etapas educativas, ha sido todo un ejemplo de responsabilidad e inteligencia colectiva.

No obstante, en la ciudad de Jaén la jornada de movilización democrática en
defensa de la educación pública se vio empañada por dos graves incidentes. El primero, sucedido en el campus, tiene que ver con la conculcación del derecho de huelga, dado que la función de los piquetes informativos forma parte del contenido esencial del mismo, tal como reconoce el Tribunal Constitucional (SSTC de 21 de julio de 1997, 254/1988, 37/1998, 17-2, 104/2011, 20-6), de modo que tratar de obstruir su labor cerrando los edificios públicos, fomentando de paso con ello un clima de tensión, no sólo constituye un hecho ilegal sino una medida irresponsable ante la cual pedimos explicaciones a las autoridades académicas, que hasta ahora han manifestado silencio.

El segundo incidente lo constituyó el comportamiento brutal que las fuerzas de orden público mostraron con un centenar de estudiantes que se manifestaban pacíficamente en la Plaza de la Concordia en defensa de sus derechos ciudadanos, y que interrumpió gravemente el desarrollo de la jornada en la ciudad.

Ante la gravedad de lo ocurrido, la Asamblea de la Universidad de Jaén: en
defensa de la universidad pública condena la agresión policial y muestra su honda preocupación ante tales hechos exigiendo que se diriman las responsabilidades oportunas, y entre ellas la dimisión de Juan Lillo, subdelegado de Gobierno en Jaén. La asamblea manifiesta a la vez su solidaridad con las personas que vieron menoscabada su integridad física y moral y, en especial, con el estudiante de nuestro campus que fue violentamente detenido.

Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la universidad pública

martes, 7 de mayo de 2013

#9M HUELGA HISTÓRICA EN EDUCACIÓN: TODOS LOS NIVELES, TODOS LOS COLECTIVOS



La Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la Universidad Pública surge en un contexto de profundo descontento que atraviesa la sociedad española en general, y la universitaria en particular, debido a los retrocesos en los derechos fundamentales (en este caso, los educativos) impuestos por este gobierno y los anteriores con la excusa de la crisis.

La Asamblea de la UJA manifiesta su compromiso con la educación y la universidad públicas y se adhiere a las acciones en defensa de la misma.

El próximo 9 de mayo, la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, integrada por colectivos de profesorado, PAS, alumnado, padres y madres, ha convocado una huelga general de educación (desde Infantil hasta la Universidad) para pedir la retirada del proyecto de Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOMCE), rechazar la anunciada reforma universitaria (informe Wert) y en contra de los recortes en el sector educativo. Se trata de una huelga histórica, al ser convocada en todos los niveles educativos y por todos los colectivos implicados en el sistema educativo.

La LOMCE considera la educación en términos económicos y mercantilistas, obviando el fin último de la misma, a saber, garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, responsable, libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución de sociedades avanzadas, dinámicas y justas. La educación pasa de ser considerada un derecho fundamental a ser considerada un bien individual. Es una ley desigualitaria y segregadora: por clase social, por sexo, por lengua, por creencias… y elaborada bajo unos parámetros ideológicos que son los responsables de la crisis (no solo económica, sino también social y política) en la que estamos inmersos.

En todo caso, prepara el camino para el cambio en el modelo de las universidades españolas auspiciado por el informe de los Expertos (Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español), diseñado de forma parcial e interesada y de espaldas a la comunidad universitaria. Se trata de un informe que, como dos de los propios expertos reconocen, vulnera la organización democrática, la libertad de cátedra y la propia autonomía universitaria. Por otra parte, desprecia la labor docente del profesorado universitario y prácticamente ignora al colectivo del personal de administración y servicios, entre otras cosas.

Tomada en su conjunto, se trata de una reforma que intenta consolidar la privatización y mercantilización del sistema educativo español que venimos sufriendo en los últimos años: recortes en financiación, empeoramiento de las condiciones laborales, subida de tasas, disminución de becas, desprestigio de la labor investigadora y docente; y que insiste en mantener unos parámetros socio-económicos que se están demostrando obsoletos, injustos e inviables para el mantenimiento de una sociedad justa, igualitaria y de verdad democrática.
Por todo ello, y por el compromiso de esta Asamblea en defensa de la educación y universidad públicas, nos adherimos a la convocatoria de huelga del 9 de mayo y llamamos a los miembros de la comunidad universitaria a secundarla así como a participar en la manifestación que partirá de la Subdelegación del Gobierno a las 19.00.

viernes, 3 de mayo de 2013

Convocatoria Asamblea 7 de Mayo



Estimados/as Compañeros/as,
Os convocamos a la reunión de la Asamblea – UJA que tendrá lugar el próximo martes, 7 de mayo de 2013, de 11.30 a 13.30 en el aula 13 del B4, para tratar los siguientes asuntos:
  1. Pronunciamiento de la Asamblea sobre la convocatoria de huelga del día 9 de mayo para todos los niveles educativos.
  2. Organización de nuevas actividades:
    • Publicación editoriales/ boletín.
    • Creación de una plataforma de asambleas de universidades andaluzas.
  1. Renovación de la mesa de la Asamblea.
  2. Otros.
La difícil situación actual que estamos atravesando, en la que se devalúa tanto nuestra actividad docente como investigadora, está afectando incluso al normal funcionamiento de los departamentos (por ej., en la organización del POD). Creemos que esta situación merece un esfuerzo de reflexión e implicación de todos. Por ello os animamos a participar.
Recibid un cordial saludo,
Francisco Gutiérrez García
Elena Felíu Arquiola
Marichi Paredes Olay
(Mesa de la Asamblea)